Una SICAV es un instrumento de inversión colectiva en forma de sociedad anónima. Es decir, los inversores compran acciones de la SICAV a un precio y obtienen dividendos de ella, como si fuese una empresa.

El término SICAV es un acrónimo de Sociedad de Inversión de Capital Variable. Se trata de un instrumento de inversión muy utilizado principalmente en países de la vieja Europa, como son España, Francia, Alemania, Suiza, Luxemburgo, Reino Unido y alguno más.
Ventajas de invertir en una SICAV
Invertir en uno de estos instrumentos de inversión tiene como principales ventajas las mismas que tienen la inversión en fondos de inversión. Entre estas ventajas destaca la fiscalidad.
Los accionistas reciben unos rendimientos en forma de dividendos del beneficio de la actividad y también tienen que tributar por la plusvalía (si existe) de la venta de las acciones.
Los beneficios que se obtienen de la venta de esas acciones están sujetos entre el 19 y 23% del IRPF, ya que están considerados como ganancias patrimoniales.
Por otro lado, la fiscalidad de la SICAV es algo muy llamativo. El tipo impositivo que tienen que pagar por los beneficios es tan sólo del 1%, mientras que el resto de empresas tienen que pagar entre el 20% y 25% en el impuesto de sociedades.
El hecho de que las SICAV solo paguen el 1% de sus beneficios es un punto de crítica y controversia, porque muchas grandes fortunas españolas utilizan estas sociedades para invertir y así pagar menos impuestos por las plusvalías, en lugar del 19% al 23% que tendrían que pagar si invirtieran como personas físicas.
Muchas de estas fortunas que quieren crear una SICAV, buscan y encuentran otros 99 inversores de paja para poder llegar a los 100 inversores, para poder crearla. Ese es el epicentro de las críticas sobre este instrumento de inversión, que esas grandes fortunas hacen esa «trampa legal» para beneficiarse de la tributación.
Requisitos para montar una SICAV
Montar una SICAV no está al alcance de todos. Para poder abrir una, se necesitan al menos 2.400.000 de € de capital inicial y que el número de socios debe ser de 100 como mínimo. Son dos requisitos nada fáciles de cumplir.
Además, como era de esperar, tiene que cumplir todos los requisitos que exija la CNMV para su creación y funcionamiento, para que tenga carácter legal de este organismo.
Diferencias entre una SICAV y un fondo de inversión
Como hemos mencionado anteriormente, una SICAV y un fondo de inversión tienen la misma tributación. En cambio, existen diferencias entre estos dos instrumentos de inversión:
SICAV | Fondo de inversión | |
Capital mínimo | 2.400.000 € | 3.000.000 € |
¿Se requiere designar una gestora a parte? | No | Sí |
Personalidad jurídica | Sociedad Anónima | No tiene |
Obligación de identificar su política de inversión en su nombre | No | Sí |
Poder de decisión de los inversores | En función del % de participación | Ninguno |
Otra diferencia importante es que para invertir en un fondo de inversión tienes que tener cuenta en el banco o entidad financiera que comercializa dicho fondo. En el caso de las SICAV, puedes invertir en ellas desde casi cualquier entidad financiera.
Comisiones en su operativa
Las comisiones de las SICAV son muy similares a las acciones de un fondo de inversión, ya que las aportaciones de inversión en una SICAV se realizan comprando acciones de dicha entidad, como en una empresa que cotiza en bolsa.
Por otro lado, se cobra una comisión de gestión como en los fondos de inversión. Lo bueno de esta parte es que las comisiones por este concepto son de media, menos de la mitad que en los fondos de inversión.